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«Vientos de decepción», por Joan Navarro

Joan Navarro ha publicado en El País una tribuna sobre la opinión de la ciudadanía sobre nuestros líderes políticos.

Vivimos en el viejo sueño de Aznar y Anguita: un Gobierno del PP con un PSOE inhabilitado como alternativa de Gobierno.

En 1993 Aznar, tras incorporar 2,8 millones del votos al PP, se quedó a 900.000 de alcanzar la mayoría. ¿Cómo lograrla en una España que percibía a la derecha como la heredera del franquismo? La respuesta, destruir la credibilidad del presidente y dar espacio a la “otra izquierda” minando el voto socialista. Anguita se prestó con entusiasmo y en 1996, González, acusado de inmoral por la izquierda, e ineficaz por la derecha, adelantó las elecciones. El PP aglutinó todo el voto conservador, barrió entre los jóvenes y llevó a las urnas 1,5 millones de votos más. La pinza había funcionado, pero solo para el PP. La polarización, la incapacidad de los partidos para alcanzar acuerdos de Estado, es bueno recordar, nacieron aquellos años, en los que además se agudizó la vieja confrontación entre una izquierda reformista y otra que empezaba a apostar por la ruptura institucional, tras hacer, ya entonces, un balance negativo de la Transición.