PSOE, Podemos y UPyD encabezan la evaluación de programas electorales en materia de regeneración democrática

  • Todos los partidos españoles suspenden a la hora de incluir en su oferta electoral propuestas concretas sobre regeneración democrática
  • +Democracia ha analizado los programas electorales que 12 partidos políticos españoles o coaliciones con representación parlamentaria nacional presentan a las próximas elecciones del 20-D. Los partidos estudiados han logrado una media global de 1,9 puntos sobre 10, y ninguno ha superado la media de 5
  • PSOE, con un 4,3 y Podemos, con un 4,1 sobre 10, seguidos de UPyD, con un 3,3,  encabezan las puntuaciones

El próximo 20D tenemos elecciones generales en España y +Democracia ha analiza los programas que los principales partidos políticos españoles presentan en relación a 50 indicadores sobre regeneración democrática,  divididos en cuatro áreas: partidos políticos y sistema electoral, lucha contra la corrupción, transparencia, ampliación de la democracia

Se han analizado los 12 partidos o coaliciones con representación parlamentaria nacional. Los únicos compromisos electorales tenidos en cuenta han sido los recogidos en sus programas oficiales, que solo han sido publicados entre dos y cinco semanas antes de las elecciones (el Partido Popular fue el único que llegó a comenzar la campaña sin publicar la totalidad del programa). Este hecho demuestra la escasa relevancia que el debate programático tiene ante los comicios.

Más de veinte voluntarios han participado en las evaluaciones, declarando su neutralidad respecto a los partidos que analizaban (un máximo de cuatro), lo que -junto a los correspondientes ponderaciones estadísticas- contribuye a dar fiabilidad a los resultados. El proyecto ha sido coordinado por Víctor Gómez Frías, Eduard Güell e Inmaculada Ranera, miembros del equipo directivo de +Democracia.

Conclusiones

La principal conclusión es el bajo nivel de concreción en las propuestas electorales sobre regeneración democrática (sobre 10, media de 1,9 para el conjunto de partidos y coaliciones, y ningún “aprobado”). Los solemnes diagnósticos que todos los partidos y coaliciones realizan en sus programas sobre la necesidad de actualizar el funcionamiento de los partidos, luchar contra la corrupción o incrementar la transparencia apenas se refleja en medidas concretas inspiradas en las buenas prácticas internacionales, aunque no faltan las promesas de difusos “planes” de mejora.

La consecuencia de propuestas tan genéricas en el comportamiento de los representantes que resultan elegidos es doble. En primer lugar, se difumina la posibilidad de exigir y verificar que los programas se cumplen. Además, la acción legislativa y de gobierno cae más fácilmente en la improvisación o incluso en medidas contrarias al interés colectivo, al estar diseñadas según conviene a las formaciones políticas. Sirva como ejemplo la reciente reforma  en 2015 de Ley de financiación de partidos, que se anunció como un endurecimiento de los requisitos y controles, aunque en realidad se mantenía la puerta de atrás de que las fundaciones de los partidos siguieran recibiendo casi cualquier financiación de manera bastante opaca. En el presente análisis, se observa que de manera generalizada los programas siguen “olvidando” resolver esa cuestión.

Dentro del pobre balance global, puede distinguirse al PSOE (4,3, siempre sobre 10) y Podemos (4,1) seguidos de UPyD (3,3) como los que presentan una mejor nota de conjunto. Los peor clasificados son Coalición Canaria (0,3) y Partido Nacionalista Vasco (0,3); el Partido Popular queda descolgado entre los de ámbito estatal (0,9).

Por áreas temáticas, solo el partido que encabeza cada apartado aprueba en el mismo. Es el caso de Ciudadanos con un 5,0 en “Partidos políticos y sistema electoral”, el PSOE con un 5,1 en “Lucha contra la corrupción”, y Podemos en dos apartados: con un 5,1 en “Transparencia” y un destacable 7,1 en “Ampliación de la democracia”.

Cabe asimismo destacar que la media de los partidos o coaliciones con representación en el conjunto de España (2,7) es baja pero sensiblemente mejor en todos los apartados que la de los partidos de ámbito autonómico (1,0), donde solo el BNG (2,6) escapa a esta tendencia. Si bien pudiera entenderse que los partidos de ámbito autonómico se concentran en propuestas de su ámbito territorial, debe señalarse que muchas de las medidas de regeneración democrática requieren de cambios legales en las Cortes, que debieran por lo tanto ser objeto de preocupación de todos.